Mirar con ojos de amor

Psic. Edgardo Flores

Hablar de amor es algo complejo en estos tiempos modernos. ¿Por qué? Porque muchos expresan lo que es, pero, seamos sinceros, muy pocos realmente saben lo que es realmente.

La pregunta sobre qué es el amor surge desde lo más profundo de nuestro ser y se incrusta en nuestra mente, nos inquieta, nos interpela, busca respuestas en las personas, en los videos, en los programas de televisión, en las series, en las canciones, ¡en todos lados!

Desgraciadamente, muchos enfocan el amor hacia lo emocional y hacia lo pasional, sin darse cuenta que el principal componente del amor, del amor verdadero, es la decisión. Lo comparto tal y como es: el amor es una decisión, es la decisión más humana que podemos tener, es libre, y sobre todo, es capaz de ver la realidad con suma claridad. Sí, deja de engañarte con la idea de que el "amor es ciego, es un arrebato incontrolable, algo que llega", porque considerar esto es hablar de algo que vuelve al ser humano un ser pasivo frente a ello; y no, el amor es totalmente acción.

Lo he afirmaba en muy distintas ocasiones, si mirásemos con ojos de amor, el mundo entero sería completamente diferente. Porque mirar con ojos de amor es ver en el otro a alguien como yo, un ser humano, con sus propias historias, con sus propios miedos, que busca crecer y ser feliz... tal y como. Mirar con ojos de amor es ser responsable de cada uno de mis actos, porque sé que éstos tienen un impacto a distintos niveles. Mirar con ojos de amor es estar lejos de mentiras y falacias, sino ver las cosas tal y como son. Mirar con ojos de amor es ser libre y tener la capacidad de compartir y respetar la libertad de los otros. Mirar con ojos de amor es buscar, en todo momento, el bien común. Mirar con ojos de amor es alejarse del odio y el egoísmo; es aceptar los errores como parte de lo humano; es rechazar la violencia como medio de interacción; es ser feliz y compartir la felicidad con todos.

Así que no me resta más que desear que, tanto tú, como todos, miren con ojos de amor.

¡Nos leemos en una próxima entrega!